1947

Crisantemos en los puestos de venta de la Plaza Nueva. Cada 1 de noviembre, la Plaza Nueva se llena de puestos de flores para recordar a los difuntos. Los crisantemos son las más habituales, aunque hay violetas, margaritas y liliums.

Las comunidades primitivas ofrecían flores para los difuntos. Esas ofrendas no están relacionadas con los sentimientos de cariño, sino que intentan ocultar el olor que desprende la descomposición de los cuerpos, que se cubrían hasta que eran enterrados. Mucho después esta costumbre toma un sentido más especial y simbólico: reflejan la fragilidad y la brevedad de nuestra existencia.