ESTAMPAS BILBAÍNAS

:: ARCHIVO EL CORREO

EL ‘PICHON PALACE’ PARA LAS PALOMAS DE EL ARENAL

El palomar de El Arenal se levanta para que las aves que revolotean por los jardines tengan un refugio seguro. El arquitecto municipal Pedro Ispizua se toma el encargo con ilusión y levanta un atractivo templo.

1926

Una elegante construcción para refugio de colúmbidas. Con aire modernista y rematado por una torrecilla que recuerda, como sin querer, los minaretes de las mezquitas, se erige el palomar que acaba concentrando el guano de las aves.

Se atribuye a Eugenio Balderraín Santamaría, un madrileño de origen vasco, apodado en el mundo artístico como ‘Balder’, el rimbombante nombre con el que los bilbaínos denominan al palomar municipal situado en la primavera de 1925 a la izquierda del kiosko de El Arenal. El famoso ventrílocuo bautiza con humor chirene el elegante refugio que el Ayuntamiento dispone para las palomas.

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