ESTAMPAS BILBAÍNAS
EL PROCESO AUTONÓMICO TENSIONA LA POLÍTICA
El nacionalismo saluda la visita de Alcalá Zamora a Bilbao con una huelga general, cargada de significación política, que sirve para medir su fuerza en un clima de crispada confrontación con el socialismo.
1933
Ercoreca recibe al presidente Niceto Alcalá Zamora. Como buen anfitrión, el alcalde republicano acompaña al presidente del Gobierno y a su ministro de Obras Públicas, Indalecio Prieto, al homenaje a los héroes de la ciudad.
La falta de entendimiento entre ambas fuerzas ralentiza la negociación del proceso autonómico y provoca la radicalización del nacionalismo. La izquierda pierde interés en la autonomía porque cree que el PNV rentabilizará el acuerdo. Algunos republicanos vasquistas opinan que los desencuentros son una de las causas de la crispación política desatada durante ese período.