1936

Una mujer con su hija mira a los aviones sobre El Arenal. El 31 de agosto la aviación franquista realiza la primera incursión en la capital vizcaína y arroja ocho bombas. La presencia de las aeronaves causa auténtico pavor en la población.

En septiembre, regresan los cazas y amenazan con nuevos bombardeos. El 25 de ese mes siete aeroplanos arrojan alrededor de cien bombas sobre la villa y poblaciones cercanas durante hora y media. Lo peor está por llegar. Los aterradores aviones vuelven y castigan Bilbao con bombas incendiarias. La población reducida, espantada, hambrienta e infeliz no aguanta tanto sufrimiento.