
Ilustración de HIGINIA GARAY
Coldplay: Chris Martin al piano y a la guitarra
Una intro sinfónica muy del mundo del cine y fuegos artificiales animaron el arranque del concierto de Coldplay, saldado con un sonido excelente y una bonita escenografía a base de proyecciones, balones de colores, figuras de neón y láseres verdes. Sus composiciones parten de una melodía adhesiva y sencilla que se van alzando hasta convertirse en himnos encasillables del rock-pop de estadio. Triunfaron, sobre todo su vocalista y líder. Chris Martin demostró que ha sabido dejar de lado la apocada introspección pianística de sus comienzos para comportarse como un frontman dinámico.
El cuarteto londinense trató de alternar algunos hits con gancho de sus cuatro discos de estudio con un répoker de temas nuevos. Las melodías acogedoras de 'Yellow' e 'In my Place' enfilaron un show catalizado por un Martin que musitó un «Gabon Bilbao». Alternando piano y guitarras, administró melodías populares ('Lost!') con el empuje rock de 'Violet Hill'.
JOSU OLARTE