ESTAMPAS BILBAÍNAS

:: ARCHIVO EL CORREO

LA ‘CAPILLA’ EN LA QUE NUNCA HUBO OFICIO RELIGIOSO

La relación de La Naja con Bilbao resulta problemática, no sólo porque contribuye a separar la ciudad vieja de su Ensanche, sino también porque presenta una imagen descuidada en una ubicación privilegiada.

1930

Arreglo del tejado de la terminal de La Naja de Alzola. La estación es una de las entradas más transitadas de la capitala, ya que une la margen izquierda del Nervión, tradicionalmente fabril y minera, con la ciudad.

La reconstrucción del puente de El Arenal, que une el Casco Viejo con el primer Ensanche de la ciudad al otro lado de la ría, afecta a la estación de La Naja de la Compañía del Ferrocarril de Bilbao a Portugalete. Según la propuesta municipal ideada por Galíndez, se sustituye la terminal sobre las vías por otra subterránea, que queda cubierta por una plaza de 95 metros de longitud

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