ESTAMPAS BILBAÍNAS
MUCHA SEDA Y SIN MÁSCARA EN CASA DE LOS CONDES
La presencia en palacio es obligada para las clases más altas, que no dudan en participar en un carnaval que exhibe muestras de gusto exquisito, lujo y esmero de los trajes que visten quienes en él participan.
1911
Carnaval de la alta sociedad en el palacio de Zubiría. Alfonso XIII concede el título de conde a Tomás Zubiría e Ybarra, senador del reino y diputado a Cortes, amén de amigo del monarca, a quien acoge en su casa cuando pernocta en Bilbao.
Tradición, diversión y evasión, pero en privado, sin mezclarse con el público de la calle, donde la fiesta es más bulliciosa y pachanguera. La gente pudiente se recoge en las casas más nobles, donde se lucen gasas y sedas con disfraces que rememoran los trajes de la alta sociedad del siglo XVIII, como sucede en Venecia. Los más osados se atreven a travestirse y trocan sus ropas por las del otro sexo.