1961

Joven clientela de la ‘furgo‘ de bocatas en el parque. El ‘salchichauto’ aparca en las calles de Bilbao varias décadas antes de que se imponga la moda del ‘foodtruck’. Es un icono de la ciudad cuyo recuerdo aún perdura.

El negocio de la venta de bocadillos comienza a funcionar en la calle Marqués del Puerto, pero, cada vez que la Feria abre sus puertas, la DKW de Pedro allí recala. Lo normal es que permanezca estacionada frente al Coliseo Albia, sobre todo, durante la temporada de ópera, con la bendición especial del Ayuntamiento. Cuatro décadas después, con la muerte de su dueño, se despide de la villa.