ESTAMPAS BILBAÍNAS

:: TARJETA POSTAL

‘SKATINK RING’ PARA RECREO, FIGURA Y AUTOESTIMA

Quien quiera patinar necesita, ante todo y sobre todo, mucho dominio de sí mismo; mucho temple y una cabeza firme. Sin estas condiciones esenciales es temerario aventurarse en tales recreos.

1915

La gran pista de patinaje del funicular de Artxanda. En un Bilbao que busca dejar atrás la piel rural, se imponen modas foráneas que buscan contribuir a mejorar la salud física de los bilbaínos y que propician cierto barniz de modernidad.

De planta elíptica y mil metros cuadrados de extensión, en la primera década del siglo XX se construye una pista de patinaje en Artxanda, en un terreno próximo al funicular. Ambas estructuras, junto al casino y al txakoli, son acicates para quienes se animan a subir al olimpo bilbaíno. Mucho después, la pista, una superficie de suelo especial de adoquines, sirve para acoger un popular chicharrillo.

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