ESTAMPAS BILBAÍNAS

:: ARCHIVO EL CORREO

UN AVISO DE QUE EL FRÍO HACE ACTO DE PRESENCIA

Sanas, ricas, nutritivas y de gran calidad. En cuanto llegan los fríos, aparecen en los puntos estratégicos de la ciudad los castañeros que, en su mayor parte, simulan su pequeño fogón en una máquina de tren.

1960

Puesto de castañas en una céntrica calle de Bilbao. Asadas con carbón o leña, la tradición obliga a servir en un ‘cucurucho’ la porción de frutos secos que se sacan de una rejilla sobre la que se cocinan. Sirven además para calentar las manos.

De origen incierto, entre el último tercio del XVIII y la mitad del XX, configuran una estampa muy popular en el país. Su apogeo se produce a lo largo del siglo XIX, cuando su figura queda reflejada en obras como ‘Los españoles pintados por sí mismos’. Por lo general, son mujeres quienes se hacen cargo del oficio y que llegan a representar un elemento más del entorno donde ubican sus puestos.

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