ESTAMPAS BILBAÍNAS

Tres sanitarios diagnostican a una joven paciente

:: FOTO GIL DEL ESPINAR-REVISTA AHORA

EL BACILO QUE SE SUELE RECLUIR EN UNA CAVERNA

Como toda afección infectocontagiosa, la tuberculosis no respeta fronteras, ni edades, ni sexos, ni clases sociales. La lucha ya no es solo contra el bacilo sino también contra la mentalidad y las miserias humanas.

1935

Tres sanitarios diagnostican a una joven paciente. Inaugurado en Bilbao en 1915, el Dispensario Ledo es uno de los puntales en Bizkaia en la lucha contra la tuberculosis, uno de los males más graves y de mayor mortalidad del siglo XX.

La tuberculosis no es nueva; representa el final de una onda epidémica secular que alcanza su máxima incidencia en Europa entre 1780 y 1880. Hace aquí estragos inauditos en el primer tercio del siglo XX. Es una enfermedad que tiene un mal concepto social –se llegó a llamarla ‘peste blanca’– porque se asocia a la inmigración. Los médicos casi garantizan hoy la curación, que está en torno al 98%.

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