ESTAMPAS BILBAÍNAS

Torre de comunicación, en mitad de la Plaza Nueva.

:: ARCHIVO EL CORREO

PALMERAS, PLANTAS Y UN KIOSCO LUCEN LA GLORIETA

La Plaza Nueva cuenta con un ajardinamiento acorde con la idea del decoro urbano de los ilustrados, un proyecto serio y de sólido clasicismo, según concepto de 1821 del arquitecto neoclásico Silvestre Pérez.

1905

Torre de comunicación, en mitad de la Plaza Nueva. Concebida como una atractiva caja rectangular, inaugura la serie de las grandes plazas monumentales decimonónicas que se levantan años después en varias ciudades españolas.

Se llama así para distinguirla de la Plaza Vieja, junto a San Antón, donde se ubicaba el antiguo Consistorio de la villa. Dispone de una zona ajardinada en cuatro bloques, con árboles como acacias, magnolios y alguna que otra especie más. En el centro hay un estanque con 18 surtidores, que dan paso a dos palmeras y el kiosco de la música. Y todo eso, un lustro antes de que amanezca el nuevo siglo.

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