Rocío Ybarra y María López de Eguilaz

LAS DESPEDIDAS

Dos referentes del hockey a nivel nacional

:: JUANMA MALLO

Son dos de los principales estandartes del hockey hierba. Una, María López de Eguilaz, desde la portería. La otra, Rocío Ybarra, se ha movido por el resto de posiciones. La primera deja el ‘stick’ y los guantes. López de Eguilaz anunció su retirada de esta disciplina, y se marcha con dos participaciones en los Juegos Olímpicos, en 2008 y en 2016, selladas con sendos diplomas. Ybarra, por su parte, continúa en el verde, defiende los colores del Jolaseta –el club de su vida, más allá del paso por escuadras de otros puntos de Europa–, pero abandonó la selección, de la que era capitana, y es la ‘redstick’ con más internacionalidades.

Nacida en Getxo, la exguardameta practicaba varios deportes, pero se decantó por el hockey. «Pusieron un campo nuevo en el club, me parecía llamativo y muchas de mis amigas jugaban. Mis padres fueron porteros de hockey, pero no me condicionaron, de hecho los primeros cuatros años era jugadora y buena.


La apuesta por el hockey la hice con 14 años, después de jugar un Europeo Sub’16 y por enfadarme con mi entrenador de tenis», contó hace unos meses. Bendito cabreo, pensarán muchos: López de Eguilaz suma 150 partidos internacionales, y ha pasado a la historia como ‘la chica de la parada imposible’, por su actuación en el histórico triunfo ante Países Bajos en el Europeo de 2011.

Ybarra comenzó en el hockey por tradición: su madre, su abuelo materno... Aunque, hace años, confesó que lo hizo un poco por envidia, porque su hermano se apuntó a este deporte. «Un día pensé que yo también quería que vinieran a verme jugar y empecé con el hockey. Al principio tampoco me gustaba. Me empezó a atraer un poco más cuando se comenzaron a apuntar amigas. Veía un planazo estar con ellas haciendo deporte fuera del colegio». A partir de ahí, creció y creció. Participó en los Juegos de Atenas; luego, junto a López de Eguilaz, viajó a Pekín y Río. Ya no volverá a la selección, pero aún disfruta en el Jolaseta.