GULAS, ALMEJAS Y PATATAS EN SALSA VERDE
Ingredientes
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Básicos salsa verde
Agua, aceite de oliva virgen extra, ajos, perejil y un poco de harina. No hace falta más para conseguir la tradicional salsa verde que tan bien viste tantos platos de nuestra gastronomía.
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Algas la novedad
Aún no han terminado de aposentarse en las cocinas vascas, pero ya son muchas las que usan las algas y no solo en ensalada. Esta noche ayudarán a traer el mar a la mesa, esa es su gran misión.
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Gulas gran imitación
Ya sabemos que las angulas originales están caras, carísimas, así que ni lo intentamos. No problem. Las gulas, previo remojón en agua marina casera, nos ayudarán a satisfacer ese capricho imposible.
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Almejas aporte marinero
Estas son más asequibles (las hay de cultuvo) y seguramente no tan difíciles de encontrar a última hora. Son las acompañantes perfectas de un plato marinero. No están de más tampoco unos berberechos, que aportan mucho hierro y son muy sabrosos.
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Patatas socorridas
Si quien cocina teme que sus comensales puedan quedarse con hambre -y ya se sabe que esa es una de las peores críticas-, siempre puede recurrir a esta vieja amiga. Acompaña y sacia sin tener que pasarse cocinando horas.
Preparación
GULAS, ALMEJAS Y PATATAS EN SALSA VERDE
Preparación
En solo quince minutillos podemos tener hecho un plato principal caliente que convierte algo tan barato y socorrido como las gulas en verdaderas angulas... Gracias a un ingrediente hasta hace poco extraño por estos lares: las algas. Y de esta manera tan económica, y añadiendo las almejitas, la mesa parecerá otra cosa. Solo hace falta refrescarlas en agua de mar hecha en casa, la que se consigue con algas secas -que se encuentran en herboristerías, tiendas ecológicas y prácticamente en todo supermercado de tamaño mediano- y sal. Es la imitación más brillante de las angulas, dice Canales. Hay que hacer una salsa verde exprés, con la mezcla de perejil, aceite, ajos, harina y agua. Primero pasan por la batidora y posteriormente se lleva a la sartén para que se fusione (hervir y listo, con lo que todo el proceso no lleva más de dos minutos). «Es como magia», ríe el cocinero. Luego solamente hay que ponerlo todo junto y darle un golpe de calor. La almeja de cultivo, que se compra por 12 euros el kilo, es un buen complemento; también sirven berberechos y, en caso de necesidad, mejillones. Servido todo ello en una cazuelita de metal, va a hacer salivar a más de uno. Y si este plato parece poco contundente, siempre podemos añadirle patata cocida. «En la olla a presión las tenemos listas en tres minutos. Y de cine».
