Teresa Santamaría García
Ama de casa (93)
Con sacrificio nos diste un futuro mejor
Recordar a nuestra madre es fundamental, pero se hace insuficiente para quien tuvo que engendrar, cuidar, proteger y mantener a cuatro hijos en plena posguerra española con ínfimos recursos y muchas dificultades. Además de nuestro permanente recuerdo y cariño, es de justicia tributar un rendido homenaje a nuestra madre. Con su sacrificio, esfuerzo y voluntad ofreció a sus hijos un futuro mejor. Gracias, gracias y mil veces gracias. El reconocimiento de tus hijos por los valores recibidos, por lo que somos, por todo ese esfuerzo que has hecho por nosotros, por tu valentía, por lo que has luchado (que a veces no lo hemos visto) y por todo lo que ya nunca más podremos agradecerte como mereces. A pesar de tu fortaleza, energía y empuje, nos has abandonado en Bilbao a los 93 años. Tenemos muy cerca el recuerdo de tu alegría al vernos, tus abrazos, tus besos e ilusión al compartir nuestro tiempo contigo. ¡Cuánta es la fuerza del amor de los padres! Y qué triste nuestra despedida. En tus últimos momentos, por culpa del coronavirus, no hemos podido verte, abrazarte ni despedirnos de ti como deseábamos. No hemos podido compartir con la familia y amigos nuestro sentimiento de dolor y tu recuerdo. Sirvan estas líneas para expresar nuestro cariño, intenso recuerdo y homenaje a nuestra madre.