Se va con el amor de su vida

Amama Ramona era una mujer fuerte y luchadora, que trasmitía siempre serenidad. Era feliz si veía feliz a la gente que quería. Le gustaba disfrutar de la vida, no faltaba a ningún evento cultural de su pueblo y era siempre la última en irse para casa, hasta una semana antes de dejarnos. Emigró desde Valdepeñas hasta Amorebieta cuando tenía 21 años y ha sacado adelante una familia ejemplar que le hacía estar siempre muy orgullosa. Le gustaba reunir a la familia y ver que todos tuvieran todo lo que necesitaban. Viuda desde muy joven, el centro de los jubilados de Amorebieta ha sido su segunda casa, donde encontraba a sus amigas y jugaba a las cartas todos los días. Cuando podía, se apuntaba a las excursiones de grupo. Ha ayudado a crecer a cuatro nietas, Maider, Idoia, Nerea y Julene y ha visto nacer y crecer a siete biznietos, Iraia, Katalin, Aimar, Miren, Aritz, Maren y Markel, oportunidad que la vida reserva solo a los más afortunados. Nos ha dejado de repente, sin avisarnos, sin querer molestar y estamos seguros de que ha ido a reencontrarse con el amor de su vida, del que esta vida le separó demasiado pronto. Ha estado siempre rodeada de gente que le quería, esa misma gente que hubiera querido acompañarle sus últimos días de vida. Seguiremos sintiendo tu presencia cada vez que reunamos a la familia y tu recuerdo queda presente para siempre.