Un regalo de vida

Es difícil recoger por escrito lo que describe bien a nuestra ama. Todo lo que digamos se nos queda corto. Su vida, al igual que la de tantas personas que nos han dejado durante esta pandemia, ha tenido un final muy injusto, en soledad y sin nuestras muestras de cariño y amor. Nuestra ama ha sido una persona muy buena, generosa, cariñosa, alegre y luchadora. Todo en la vida lo ha conseguido a base de trabajo y esfuerzo. Junto con nuestro padre, tuvo una vida llena de decisiones difíciles: dejó su tierra, Andalucía, y vino a un lugar nuevo y desconocido, el País Vasco. En Gallarta (Abanto y Zierbena) empezó de cero. Trabajó sin descanso para sacarnos adelante con una dedicación y entrega total, en condiciones a veces muy duras. Siempre ha vivido preocupada por todos. Sobre todo por las personas que ella veía en situación de mayor dificultad. Para ella, la familia ha sido siempre lo más importante. Sus momentos más felices han sido, sin duda, las celebraciones familiares: bodas, cumpleaños, aniversarios, navidades... Siempre se ha sentido orgullosa de su marido, de sus hijos, de sus nietos y biznietos. Nos deja infinitos recuerdos, muchos de ellos alrededor de la mesa. Siempre preocupada por alimentarnos bien a todos. Nunca podremos olvidar sus besos y abrazos, ¡qué pena no haber podido dárselos a ella cuando más los ha necesitado! Su mejor legado, que sigamos celebrando la vida juntos en familia, como a ella tanto le gustaba. ¡Gracias ama, por toda una vida regalada! ¡Te queremos!