La gran heroína de la familia

María era una persona generosa, trabajadora, bondadosa, cariñosa, alegre, llena de vida y, sobre todo, muy luchadora. Regalaba su sonrisa y su cariño incondicionalmente en Bilbao, donde residía. A pesar de las trabas que le puso la vida, fue capaz de sacar adelante a los suyos. María educó a sus hijas y a sus nietos siendo fiel a sus principios y valores. Le gustaba hablar con todo el mundo y contagiaba su alegría y su bonita sonrisa por donde pasaba. Las enseñanzas que deja en sus hijas y sus nietos las llevarán toda la vida y, aunque la melancolía de su ausencia duela cada día, ella es una marca imborrable. Se trata de la mentora de los más bonitos y tiernos recuerdos que sus nietos conservarán de su niñez. Ella jamás morirá en sus corazones, seguirá alumbrando el destino y guiando sus pasos desde allá donde se encuentre, acompañando y apoyando como siempre hizo. Sus nietos le dieron tanta vida que los trató y educó como a sus hijos. Se volcó con ellos y les dio todo el amor del mundo. Tu familia nunca te olvidará. Siempre permanecerás en sus corazones, aunque te hayas llevado un trocito de cada uno de ellos. Allí donde estés, seguro que serás igual de querida y amada que lo fuiste aquí. Has sido y eres la gran heroína de toda tu familia. Tu familia te quiere y siempre te tendrá presente.