El cariño hecho mujer

Nos dejó en Bilbao, su ciudad, el 8 de abril en unas circunstancias extraordinarias que imposibilitaron poder despedirla como hubiéramos deseado. Jamás faltó a dar su adiós y su pésame a quienes abandonaban  este mundo y sus familiares. Familia, amigos, conocidos y vecinos tuvieron su respeto y sus oraciones. Sin embargo, por ironías de la vida, ella nos ha dejado en esta etapa, en la que ni siquiera hemos podido acompañarla en sus últimas horas, ni nos ha permitido hacerle un funeral para que conocidos y familiares nos despidamos de ella. Siempre amable y cariñosa con todo aquel con quien se cruzó en su camino y dispuesta a ofrecer su ayuda a quienes pasaran por un mal trago. El Alzheimer hizo mella en sus recuerdos estos últimos años, convirtiéndola así en una persona dependiente. Perdió la memoria pero no la sonrisa y, allá donde esté, esperamos que haya podido recuperar esa capacidad de poder relacionarse con quienes la acompañen tal y como a ella le gustaba hacer. Sus hijos; María Jesús y Juan, hijos políticos; Josefrán y Begoña, nietos; Gaizka y Asier, agradecemos de corazón todas las muestras de cariño recibidas y rogamos una oración por su alma.