María Cabezas Quintero
Limpiadora (92)
Lo daba todo, aunque para ella no quedara
La gente no se lo cree… María ha muerto como la persona tan buena que era. La misma que a los 30 llegó desde Badajoz junto a mi padre y mi hermana mayor, de apenas dos años. A los 34 años, tuvo la desgracia de quedarse viuda, con tres hijos pequeños de seis, cuatro y dos años de edad. Nos sacó adelante a base de muchísimo trabajo, pasando horas y horas al día compaginando varios trabajos de limpieza que ocupaban gran parte de su tiempo. Siempre fue una gran trabajadora, una luchadora, la clínica de la Esperanza de Artxanda se la limpió de rodillas, habitación por habitación. Era una persona que lo daba todo, aunque para ella no quedara. Siempre se desvivió por nosotros, sus hijos, y nietos, dejándonos un gran recuerdo y pena a la vez. Falleció en la residencia Gurena de Txurdinaga el día 10 de abril a los 92 años y, para nuestro pesar, no pudimos darle la despedida que se merecía. La gente la quería mucho, era una mujer rodeada de muchas amigas y apreciada por todos. Le gustaba mucho bailar. Ha dejado un gran recuerdo entre todos sus conocidos y familiares.