--> >

Jose María Presa Vicente

(80)

Una vida dura para una persona extraordinaria

xema nació el 2 de julio de 1939 en Erandio. Eran años complicados y más cuando solo eres un bebé que sufre una meningitis que te deja minusválido de por vida y, con 10 años pierdes a tu padre. Pero él nunca perdió la sonrisa, porque Txema era una persona buena de verdad. Quizás los golpes que le había dado la vida hacían que disfrutara como nadie de ella. Como cuando iba con el Erandio Club a ver los partidos de fútbol y se esmeraba cada semana en pegar los carteles del próximo partido. Cuando su amatxu también murió, sus hermanos Marian y Fernando decidieron que pasase medio año con cada uno de ellos y sus familias. A los sobrinos nos traía siempre los caramelos de eucalipto que compraba en el quiosco de Tito y nos partíamos de la risa con él jugando a la brisca o llenándole el plato con lo que nosotros no queríamos comer cuando nuestra ama estaba despistada. Trabajó durante muchos años en el taller ocupacional de Uribe Costa, donde se sintió tremendamente útil y fue inmensamente feliz. Pero el tiempo no perdona a nadie, y comenzó a envejecer, de modo que los cuidados que necesitaba cada vez eran mayores, por lo que ingresó en una residencia. Nunca se quejó de nada y cuando íbamos a verle nos recibía con una sonrisa, que era aún mayor si nos acompañaba algún sobrino-nieto. Nada podía con Txema. Ha tenido que venir una pandemia para derrotarlo. Nunca te olvidaremos, Txemita.