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José Luis Herrero

Operario en la Sefanitro (86)

Siempre estuvo ahí, ayudándonos

Se nos ha ido nuestro aitite. Todos le llamábamos así. Hay muchos rasgos que podría resaltar de ti. En primer lugar, el amor a mi madre, tu esposa. Llevabais juntos 58 años y nunca os habíais separados, siempre el uno con el otro a todas partes. La separación se produjo cuando te ingresaron en el hospital San Eloy debido a problemas cardiológicos que venías arrastrando desde hace unos años. El test dio positivo en el Covid-19 y te llevaron al hospital de Gorliz. Gracias a la buena disposición del personal del hospital pudimos verte ya que nos hacían videollamadas. No nos esperábamos un desenlace tan rápido, y desgraciadamente te fuiste en unos pocos días. También me gustaría darte las gracias papá porque sin tu ayuda no hubiera podido desempeñar mi labor profesional. Te prejubilaste en cuanto di a luz a mi primera hija para poder ayudarme a conciliar la vida laboral y familiar. Siempre estuviste ahí ayudándonos en todo. Gracias también por apuntarte a cualquier plan con nosotros. No has fallado en ninguna celebración familiar. Tenías un carácter bastante fuerte. Mi madre siempre dice que eras como el champán. Una vez de que descorchabas la botella, esas burbujas iban desapareciendo y te mostraba luego su cara más tierna. Hoy nuestro aitite ya no está con nosotros, pero no hace falta decir que siempre estará en nuestro corazón y que nosotros, tu familia, te seguiremos recordando siempre. Te queremos mucho… ¡¡Hasta siempre, aitite!!