En recuerdo al mejor padre del mundo

Creo que son las letras que nadie quiere escribir jamás. Te fuiste calladito y en silencio en el Día del Padre, como el gran y maravilloso padre que fuiste… El mejor sin duda. Intentaste sobreponerte y luchar cuando ama se marchó, muriendo una parte de nosotros con ella. Pero no lo conseguiste, a pesar de acompañarte, de quererte y llenar tu vida de luz con nosotras, tus nietas y demás familia y amigos. Nada era suficiente para llenar el vacío que el amor de tu vida dejó, y es que ama era tu motor y engranaje, tu oxígeno. Nuestros mejores recuerdos son los vividos junto a ti y ama. Fuisteis los mejores padres del mundo y los mejores aitites, a pesar de no haber tenido tiempo casi de disfrutar de vuestras nietas. Ahora nos sentimos como si hubiéramos envejecido de repente porque, a pesar de haber formado nuestras propias familias, una parte de nuestra niñez seguía viva porque os teníamos a nuestro lado. Ahora toca vivir sin vuestra presencia, aunque nos duela, pero sé que allá donde estéis siempre nos acompañaréis y transmitiremos el mismo amor, comprensión, apoyo y alegría a nuestras hijas que vosotros nos habéis transmitido. Será difícil vivir sin vosotros. Aún os quedaba mucho por vivir y disfrutar junto a ellas, pero a través de anécdotas y cuentos mantendremos vivo vuestro recuerdo para que nunca os olviden. Nosotras no os olvidamos. Os queremos y sabemos que algún día nos reencontraremos. Adiós a Zalo, alicantino de nacimiento y bilbaíno de corazón.