Sencillo y simpático

Francisco, conocido como ‘Paco el del bar de Betolaza’ de Bilbao, era muy sociable y siempre trataba a todos los vecinos y clientes con amabilidad. Era capaz de conectar con todos gracias a su gentileza y buen carácter. Perdemos a un hombre menudo, pero tan grande como su segundo apellido ‘Latorre’. Y es que el tamaño de las personas no se mide por su estatura, sino por la grandeza de su corazón y de eso iba sobrado. Nos deja un luchador incansable, de una generación marcada por el esfuerzo y unos valores que perdurarán y que ninguna pandemia podrá borrar. ‘Paquillo’, tu eterna sonrisa siempre nos acompañará, porque tu ausencia duele, pero tu recuerdo nos hará sonreír. Nadie nos advirtió de que extrañar es el precio que tienen los buenos momentos y de esos tú nos has dado muchos. Los animales, a los que tanto amabas y con los que tanto has disfrutado, también te van a echar de menos. Teníamos un viaje pendiente para festejar el cumpleaños de una de ‘las niñas de tu ojos’ y conocer a la que recientemente se había incorporado a la familia. Deseamos que donde estés puedas conocer esos nuevos lugares que pensábamos visitar juntos y agradecemos haber compartido contigo una nueva forma de viajar, de conocer países y culturas lejanas con las que tanto disfrutabas. Descansa en paz, papá. Te queremos y siempre seguirás con nosotros. Y un abrazo enorme, porque en esta batalla, como en las guerras, todos hemos perdido.