Una riojana de pura cepa en Bilbao

El pasado 17 de abril, nuestra madre Feli nos dejó a causa del Covid-19. A pesar de aguantar tres semanas sin contagiarse, al final no pudo ser y, como otros muchos mayores, se fue. Mi madre ha sido una mujer muy echada para adelante y siempre plantaba cara a los problemas en lugar de amilanarse. Así ha sido desde muy joven, cuando murió su padre. Durante su vida tuvo «pequeños problemillas» hasta el último momento. Nosotras vamos a seguir así o por lo menos, intentándolo. Eso sí, siempre con ella y su fuerza en el recuerdo. También vamos a echar de menos cosas como su carácter riojano de pura cepa. A pesar de llevar en Bilbao más años que en su Haro natal, nunca se olvidó de sus raíces. Incluso consiguió que su marido Patxo se sintiera a veces más ‘jarrero’ que ella. Ese carácter es el que le ha servido para hacer frente a la vida y ser como era. En cuanto podamos, iremos todos a Haro como ella quería. Incluso nos daremos una vuelta por la plaza e iremos a su querido ‘Suizo’, que tan buenos momentos le ha dado. A partir de ahora tendrá otros compañeros, pero la van a cuidar tan bien como lo hemos hecho los de aquí. Un beso, gracias por ponérnoslo siempre tan fácil hasta el final. Contigo, toda tu familia.