Amama, tú eres mi respaldo

Qué difícil es concentrar en unas líneas todo lo que significaste en nuestras vidas. Tu familia era el sentido de tu vida, vivías por y para ella. No te rendías nunca ante la adversidad y gracias a eso yo sigo viva. Superaste un cáncer porque, como tú decías, tenías que seguir cuidándonos. Esta vez, no has tenido fuerzas para seguir y me hubiese gustado estar a tu lado al emprender tu viaje como siempre lo has hecho tú. Tenías un gran corazón y una generosidad infinita. Siempre ponías por delante el bienestar de los demás al tuyo propio. Trabajadora incansable, te forjaste una profesión como modista siendo reconocida por tu creatividad y tu buen hacer. Creaste una gran familia haciendo a nuestros amigos parte de la tuya. Todos eran bienvenidos a casa, en Bilbao. Una gran mujer y una gran persona, siempre estarás en nuestros corazones. Todo ha pasado muy rápido para mí. Siempre has sido uno de mis mayores apoyos en el día a día, me has aconsejado siempre, me has cuidado, me has mimado, me has educado. Hemos pasado muchísimos momentos juntas y todos para recordar, es impresionante el espacio tan grande que ocupas en mi corazón y para mí siempre serás un ejemplo a seguir. Siempre sabías qué era bueno y qué era malo para nosotros y siempre sabías cómo animarnos. «Ni amigos ni nada amama tu eres mi respaldo, siempre conmigo desde tu estrella.» «Maite zaitut, gure biho-tzean betidanik betirako».