Agustina Zoilo
Auxiliar administrativo (98)
Nuestro mejor ejemplo
Te fuiste sigilosa muy temprano, como sonata disonante de mañana, sin querer hacer ruido, heredando al viento el aroma que de tu mano vacía se escapaba, y cubierta del silencio de mis labios, que sin el rumor de mí hasta siempre te dejaban. Elegante y sutil; reservada, honesta y consagrada: tu familia, siempre la primera en la lista de tus prioridades; emprendedora y dedicada; amable, prudente y buena, generosa hasta con las palabras. Tu vida será en nuestra memoria como el arcoíris de esa mañana, llena de gracia y de belleza, y en común, ofrenda de calma y esperanza. Nos sentimos afortunados de haberte tenido siempre a nuestro lado, al pie del cañón, en los buenos y los malos momentos. Tu nombre se ha quedado en la historia de un mundo que llora la memoria, de lo que por azar se le ha perdido y recuperar, no es algo que tenga todavía concedido. Bilbao sufre viendo marchar a gente buena como tú. Empuñaré el arcoíris de tu recuerdo y haré honor a tu memoria, hallando en ello el consuelo a la frustración inerte que deja la soledad de tu inanimado aliento. Has significado mucho para nosotros y eso no lo vamos a poder olvidar. Te decimos adiós para toda la vida, aunque todo la vida pensaremos en ti. Hasta siempre Agustina. Te queremos. Sinceramente tuyos, tus sobrinos.