Sagrario Vitoria Salazar
Ama de casa (74)
Dejas grandes lecciones
Tía, el 2 de mayo ibas a cumplir 75 años, pero no pudo ser: nos dejaste el 16 de marzo cuando todavía no te tocaba. El 26 de febrero, tú, tan cuidadosa con tu salud como has sido siempre, fuiste a urgencias por un catarro. Lo que no sabías es que allí te esperaba, escondido todavía, el maldito coronavirus. Tuviste muy mala suerte y te contagiaste allí mismo, en el hospital, en Vitoria. Como tú nos decías esos días, con mucha aceptación y fuerza para superarlo, tú no habías hecho nada y el bicho fue a por ti. Qué mala suerte. Es verdad que en la vida no lo tuviste muy fácil, la enfermedad te pegó duro. Pero a pesar de todo, tú luchaste siempre con mucha perseverancia, esfuerzo y aceptación para cuidar de tu salud y salir adelante. Estas son algunas de las grandes lecciones de vida que nos dejas: tu fuerza para superar las adversidades, tu amor y tus ganas de vivir que hemos podido sentir y compartir contigo hasta el último momento. Muchas gracias, tía, por todo lo que nos has enseñado y lo que nos has querido. Siempre serás ‘la tía’. Nos queda mucha pena de perderte y de no haberte podido acompañar en el final como te merecías y nos hubiera gustado, el aislamiento lo impedía. Pero a pesar de todo, te has llevado todo nuestro amor y te quedas para siempre en nuestros corazones. Te queremos mucho, tía. Tus sobrinas y sobrinos, tu hermano y tu cuñada y tus sobrinas nietas.