La hora del Ángelus

Mi padre, un hombre humilde y trabajador, nació en Oion (Álava) hace 68 años. Era el segundo de una familia de cinco hermanos. Tras vivir algunos años en su pueblo natal, se trasladó a Zaramaga (Vitoria) con toda la familia. Allí conoció a mi madre, Ina, con la comenzó a construir una nueva etapa de su vida. Juntos vivimos en el barrio de San Cristóbal-Adurtza. Los veranos los pasaba por el norte, ya que no aguantaba mucho el calor. Le gustaba ir a Bádames (Cantabria) y a Sanxenxo con toda la familia. También era un aficionado del fútbol. Fue un gran portero y socio (durante muchos años) de nuestro Deportivo Alavés. Con ‘El Glorioso’ vivió en primera persona uno de los momentos inolvidables para nuestra ciudad: la final de la Copa de la UEFA en Dortmund. Trabajó en varios sitios, pero durante más de 25 años dedicó su tiempo a la empresa Fibertecnic, donde se jubiló hace tres años. ¡Menuda fiesta de despedida le hicieron sus compañer@s!. Desde entonces, este hombre bonachón, muy querido por los que le rodeaban y le conocían, se dedicaba a pasear a ‘Toby’, a reunirse con los amigos del barrio para tomar unos vinitos y sobre todo, a disfrutar de Oier e Iraitz, sus nietos. El 22 de marzo de este año, nos dejó para iluminarnos como una estrella más desde el cielo. ¡Vuela alto el gorrión!