Siempre estarás en nuestros corazones

Mi padre, Manuel Rodríguez, nos dejó el pasado 13 de marzo, a los 82 años, después de pelear fuertemente durante una semana contra ese virus que no nos permitió despedirnos de él. Mirando para atrás, solo puedo darte las gracias, por siempre estar ahí. Tu única preocupación éramos tus hijos, nietos y ese maravilloso bisnieto del que te sentías tan orgulloso. Pero, sobre todo, esa mujer, Gabina, que te acompañó durante toda tu vida y con la que pudiste hablar tu último día y transmitirle tu tranquilidad y tus ganas de pelear. Tus amigos, con los que te juntabas a jugar a las cartas en el centro de jubilados te van a extrañar. El baile y la música eran parte importante de tu vida. Te encantaba ir a bailotear los domingos a la Florida. Toda tu vida estuviste peleando por nosotros, desde que saliste de tu Zamora natal con toda tu familia, emigraste a Alemania y por fin te trasladaste a Euskadi, precisamente a Vitoria, donde hemos vivido muy felices, hasta que un virus nos ha pegado el mazazo más grande de nuestra vida. Siempre estarás en nuestros corazones. Tu última voluntad era que pudieras descansar eternamente en Bercianos de Aliste, en Zamora, pueblo en el que naciste y al que siempre estuviste muy unido, siendo miembro de su cofradía, donde no dejaste ningún año de acudir a su Semana Santa y donde todavía vive parte de tu familia.Te queremos papá. Te recordaremos con un gran cariño y nunca te olvidaremos.