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Elisa Garcia Mardones

Labradora y ama de casa (95)

Qué suerte haberte tenido como abuela

En marzo falleció nuestra abuela Elisa García, labradora y ama de casa. Tenía 95 años y la mató el coronavirus. Por seguridad sanitaria su ataúd fue sellado y no fue posible celebrar velatorio ni oficio religioso. Ella no merecía eso. La ceremonia pospuesta a que todo esto acabe, el duelo abierto de forma extraña, como del revés. Abuela, has sido la persona más valiente que hemos conocido, luchando hasta el último momento. Defensora de la familia, tenías pasión por tus nietos y por tu bisnieto. Qué suerte hemos tenido de que hayas sido nuestra abuela y de poder haber estado contigo casi hasta el final. Elisa nació en Silanes, un pequeño pueblo al abrigo de los Montes Obarenes en Burgos. Allí pasábamos con ella largos veranos. No le gustaba mucho cocinar, pero siempre recordaremos sus macarrones al horno. Sabían a amor. Era una mujer dura en la adversidad, golosa, y le encantaba repetir taza de café; siempre hacía puchero para una segunda vuelta. Amaba la lectura y la música, y siempre era generosa y dialogante. Nos contaba antes de dormir historias en verso que nos fascinaban. Historias siempre con moraleja, que nos hicieron mejores y le hicimos repetir incontables veces. Muchas veces nos decía que soñaba con sus padres fallecidos, y que los añoraba. Os imaginamos reencontrándoos ahora, una niña que corre hacia su padre que, montado en su yegua, la saluda con la mano. Fundiéndose en uno de esos abrazos que ahora no podemos dar.