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Clementino Carazo

Jubilado Azucarera Alavesa (100)

Espíritu luchador

Nació en Villalube (Zamora). De familia humilde, estudió hasta los 13 años. Desde entonces, se dedicó a trabajar en las labores del campo para colaborar con la economía familiar. Se casó con Antonia Muélledes, formaron una familia y tuvieron tres hijos: Eder, Merche y Pedro. En 1962, buscando un futuro mejor, se desplazó junto con la hija mayor a Vitoria, y empezaron a trabajar de manera inmediata. En ese mismo año, alquiló un piso en la calle Diputación, al que vinimos el resto de la familia. De carácter fuerte y directo, fue muy recto en la educación de sus hijos, típico de la época, ya que fue forjado por las circunstancias que le tocó vivir. Participó en la Guerra Civil de 1936, fue reclutado con 18 años y enviado al frente. El rasgo que más le caracterizó fue el de ser muy trabajador, para sacar a su familia adelante. Nunca se olvidó de su amado pueblo y tierra que le vio nacer, donde acudía cuando le era posible. Era amante de su familia y amigos, con quienes disputaba innumerables partidas de dominó o de cartas, que luego nos relataba siempre entre grandes carcajadas. Recuerdos buenos de él hay muchos, pero me acuerdo especialmente de cuando me regaló una carabina. La pandemia del Covid-19 nos pilló de sorpresa y sin saber lo que nos venía encima. La residencia cerró el 11 de marzo y no volvimos a verte. No pudimos decirte que te queríamos, pero ahora te decimos alto y claro que siempre permanecerás en nuestros corazones.