Un curioso infatigable

El 31 de marzo murió en Vitoria el abuelo Cipri, el mismo día que nuestro amigo Martín, pero siete años más tarde. El abuelo Cipri era una persona cariñosa, positiva, alegre, curiosa, paciente y siempre con ganas de aprender de todo y de todos. Tenía una paciencia admirable, de esas personas a las que nunca te cansas de observar porque todo lo hace lentamente. Siempre buscaba momentos para hacernos reír y hacer broma, le encantaban nuestros alborotos y risas escandalosas. Nos contaba chistes muy malos, pero daba igual, solo con ver las ganas con las que lo hacía era suficiente, y por si no quedaba claro, los volvía a explicar, pero con más detalle. Cada verano, desde que éramos unas niñas, hemos pasado unos días en Vinaroz con los abuelos, solo con ellos, disfrutando de su compañía, de sus rutinas y su cariño. Por la mañana, playa, siempre rodeados de amigos, y por la tarde paseo nuevamente cerca del mar porque al abuelo le gustaba mucho. Siempre han sido días muy especiales que nunca olvidaremos. El abuelo estaba muy orgulloso de nosotras, de que estudiáramos, de que fuéramos a la Universidad, porque para él era muy importante aprender y saber. Le encantaba conversar con nosotras y que le contáramos cosas, que habláramos de temas y diéramos nuestra opinión, porque él siempre decía que es importante tener opinión propia sobre las cosas. Abuelo, te echaremos de menos, y siempre te tendremos en nuestro recuerdo y en nuestro corazón. ¡Te queremos mucho!