Se oyó en el cielo una jota...

"Kaixo Aita. Hace ya más de un mes que te has ido y todavía seguimos incrédulos, atónitos, sumergidos en un mar de preguntas que no tendrán respuesta. Y al mismo tiempo jamás hemos estado tan satisfechos y orgullosos de ser tu mujer y tus hijos. Toda la familia te extraña mucho pero no te preocupes por nosotros, dejas el trabajo hilvanado, nos queda todo el amor, cariño y valores que nos inculcaste. Familia y Amistad. Como generación que nació sin nada y luchó por todo, nos mostraste el valor de las cosas y las personas. Tu infancia en Asarta no fue fácil, pero por eso te empeñaste que la nuestra sí lo fuera. Nos hiciste fuertes ante la vida, nos enseñaste a defender nuestras convicciones, siempre desde el respeto, a disfrutar de la satisfacción de lo conseguido a partir del esfuerzo y el trabajo, a construir en equipo a través del Aranako y la soci de Mendiola, a gozar de la vida, a exprimirla y compartirla con los seres queridos y cómo no, tu orgullo de ser navarro y tu pasión por el Glorioso siempre quedarán entre nosotros… ¡Qué bonitos recuerdos nos dejas! Ahora nos toca a nosotros perpetuar todo esto y transmitírselo a tus ocho nietos de los que tanto presumías y que tanto te quieren. Ayúdanos a caminar en esta nueva vida que comenzamos sin ti. Cuídanos y mándanos continuamente besos y abrazos de esos que tú sabías dar, siempre acompañados de tu pícara sonrisa, y que tanto vamos a echar de menos y falta nos van a hacer. Amor, espéranos paciente. TE QUERREMOS SIEMPRE. "