Planes por Euskadi y alrededores VERANO 2022

#36 Planes VERANO-UDA ocas culturas tienen estrecha relación con el mar como la vasca. Su historia se cuenta a través del salitre y se mira con los ojos de los arrantzales. Y su gastronomía se entiende por sus montes y, sobre todo, por la despensa que el mar le regala. Este vínculo con las aguas le ha rendido frutos que van desde el deporte, como las regatas de trai- neras que levantan pasiones en los pueblos costeros, a un sorprenden- te legado histórico. También las casas de los pueblos marineros resaltan respecto a otras por sus colores. Verde, azul, rojo, amarillo, turquesa, rosado y naranja son algunos colores. Pero ¿por qué están pintadas así? Cada fachada representa el color de la barca con la que faena el propietario de la vi- vienda. Esa era la tradición. Toma nota de los municipios con alma marinera para tu próximo viaje. BERMEO Es uno de los municipios anclados al mar más emblemáticos de la costa vasca porque fue capital de Bizkaia hasta 1602. Situado en las faldas del monte Sollube aún mantiene en pie una de las 30 torres que había en la villa: la torre Ercilla, construida a finales del siglo XV. En el interior de este recinto se encuentra desde 1948 el Museo del Pescador, dedica- do exclusivamente a mostrar a los visitantes el ámbito, vida, trabajo y técnicas de los arrantzales; donde se pueden observar artes y apare- jos, embarcaciones y todo tipo de objetos relacionados con el mar desde la prehistoria hasta la actuali- dad. Alrededor del núcleo urbano se despliegan espectaculares lugares, con la preciosa isla de Izaro, el cabo de Matxitxako, y la Tala, una fron- dosa arboleda que está en la parte más elevada del municipio LEKEITIO En la comarca de Lea-Artibai, asen- tado sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza está Lekeitio. El paseo por sus callejones con las co- loridas casas de los pescadores nos lleva hasta el puerto Txatxo, donde reside la actividad del municipio y cuyo nombre, Contramestre Txatxo o Txatxo Kaia, hace referencia a un marinero lekeitiarra que acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus via- jes a América. La playa Isuntza, jun- to al puerto y al casco viejo, es per- fecta para ir con la familia y niños por sus aguas tranquilas. Además, cuando la marea baja, se puede cru- zar a la isla de San Nicolás. PASAIA La siguiente parada no puede ser otra que Pasaia o Pasajes San Juan. Este pintoresco municipio de raíces pesqueras se encuentra entre los montes Ulía y Jaizkibel. Una locali- dad de postal que respira naturale- za y tradición nada más pisar dos de sus barrios de gran sabor marinero: Donibane y San Pedro. En este im- presionante paraje natural de casas a todo color se puede ver la Casa Museo de Víctor Hugo, donde el autor de ‘Los miserables’ vivió y es- cribió sobre sus gentes. También se puede encontrar la Factoría Maríti- ma Albaola, donde se está constru- yendo una réplica del Nao San Juan, un ballenero del siglo XVI. HONDARRIBIA La debilidad de los guipuzcoanos, y de los que no lo son, tiene nombre: Hondarribia. La pesca y el comercio marítimo han sido siempre el susten- to de este bonito pueblo. Al barrio de la Marina, famoso por sus casas colo- ridas y bares de pintxos, se puede lle- gar andando por el paseo marítimo. Luego continuar por su casco anti- guo amurallado de origen medieval, de calles empedradas y casonas con ventanas de madera pigmentadas de verde, rojo... En este camino tam- bién se encuentra la fortaleza de Carlos V, hoy convertida en Parador, desde donde se tiene una de las me- jores vistas de la bahía de Txingudi, que separa la playa de Hondarribia y la de Hendaya (Francia). MUNICIPIOS COMO BERMEO, LEKEITIO, HONDARRIBIA Y PASAIA MERECEN UNA VISITA ESTE VERANO P CUATRO PUEBLOS MARINEROS PARA ENAMORARSE

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