ZABALGANA, espacio natural recuperado

Información

El parque que pasó de gravera a vergel

Aquí empezó todo. La restauración paisajística de una vieja gravera llena de basuras dio origen al laureado Anillo Verde. Aún hay vitorianos que desconocen que el parque de Zabalgana también tiene balsas. Disfruta del hogar de los quejigos, los mirlos o el búho chico.

Cómo llegar

L5c, paradas Lermandabidea/ Lanzadera y Las Arenas/Mercedes
L6, parada Derechos Humanos/ Mariturri

Longitud: 3,7 Km
Tiempo aproximado: 55 minutos
Tipo de pista: camino afirmado
Paseo apto para carritos de niños

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Petirrojo

«Si no fuera por ti, el invierno no tendría primavera, no podría oír cantar al petirrojo, no tendría idea de nada, y en cualquier caso, nada sería verdad, si no fuera por ti». Bob Dylan no le dedicó este verso a Zabalgana, pero bien podría haber sido.

Quejigos

Esta especie de roble es la que domina en este parque. Le ayudan a dar sombra arces, espinos, enebros, endrinos y aligustres. Es un exponente perfecto de los bosques isla que forjan el paisaje de la Llanada Alavesa, rodeado de cultivos de cereal.

Ranita de San Antonio

Las lagunas de Zabalgana y Lezea a pesar de ser pequeñas dan cobijo a un apasionante mundo acuático. Entre sus juncos y espadañas se mueven fochas, gallinetas, ranitas de San Antonio, zapateros, escribanos de agua, libélulas y caballitos del diablo.

Recorrido

El punto de inicio es la entrada principal al parque por Bulevar de Mariturri

El camino avanza junto a un cauce excavado que recoge el agua del arroyo Zarauna tras su paso por el barrio de Zabalgana, y en paralelo al bosque de Zabalgana (1), que se extiende a la izquierda.

Dejamos atrás un desvío a la izquierda que se dirige al bosque y enlaza con la Vuelta al Anillo Verde. A la derecha campos de cultivo y el área urbana e industrial.

Continuamos el recorrido en suave ascenso hasta llegar a un cruce de caminos. Tomamos el de la derecha bordeando unas extensas praderas con arbolado disperso, ideales para descansar, jugar… y un rincón con mesas y fuente.

Seguimos el trayecto, evitando los desvíos a la derecha que salen del parque. Atravesamos una pasarela de madera sobre las lagunas de Zabalgana (2a) , que se extienden a ambos lados del camino.

Llegamos a otra entrada al parque, de la que parte un sendero a la izquierda que conduce a una atalaya sobre las praderas y las lagunas de Zabalgana.

Regresamos a nuestro camino que, unos metros más adelante, confluye con la Vuelta al Anillo Verde, que desde el Zadorra se dirige a Armentia, y que atraviesa longitudinalmente el bosque de Zabalgana, de norte a sur.

Nos adentramos en el bosque y durante un tramo seguimos los puntos verdes que señalizan la Vuelta. Más adelante nos desviamos a la derecha por una pasarela en dirección a Zuazo de Vitoria, cuya iglesia ya se vislumbra.

Se abren las vistas y el camino discurre ahora entre praderas a la izquierda, y campos de cultivo a la derecha, con los montes de Vitoria al fondo. Antes de salir del parque, a la izquierda encontramos la balsa de Lecea (2b).

Salimos del parque por el aparcamiento acondicionado y en el cruce de caminos, podemos tomar el camino de la derecha para visitar Zuazo de Vitoria (3) y el robledal de Sarbikotxea (4) o bien girar a la izquierda para regresar al punto de inicio.

Antes de llegar a Bulevar de Mariturri, un sendero a la derecha nos conduce hasta un mirador, con dos mesas de orientación, que ofrece unas excelentes vistas panorámicas de los montes que bordean la Llanada Alavesa.

Puntos de interés

  1. Bosque de Zabalgana

    Bosque natural de quejigo y exponente típico de “bosque-isla”, formación característica de la Llanada Alavesa, resultado de la roturación de amplias superficies forestales para su uso agrícola. Además de su valor relíctico, posee un gran valor ecológico ya que es un magnífico refugio de flora y fauna silvestres dentro de una zona rural muy simplificada.
    La especie forestal dominante es el quejigo, una especie de roble que en gran parte del parque presenta un aspecto juvenil, aunque también hay ejemplares en los que se puede apreciar el magnífico porte del árbol cuando se le permite llegar a su edad adulta. Acompañan al quejigo arces, espinos, enebros, endrinos, aligustres y otros arbustos. Comadrejas, liebres, conejos y zorros son algunos de los mamíferos que componen la comunidad faunística de este bosque, que alberga también una gran variedad de especies de aves como carboneros, petirrojos, urracas, mirlos o búhos chicos.

  2. Las lagunas de Zabalgana 2a y Lezea 2b

    Las lagunas de Zabalgana 2a fueron creadas a partir de la restauración de la 1 6 antigua explotación de grava. La laguna de Lezea 2b , en cambio, es una antigua balsa agrícola, ya en desuso. A pesar de su diferente origen y de su reducido tamaño, ambas charcas constituyen el hábitat de un apasionante mundo acuático. Entre las aves, la focha, la polla de agua y el ánade real son algunas de las más habituales. Sobre el agua y entre los juncos y espadañas que crecen en las orillas, se mueven ranas, zapateros, escribanos de agua, libélulas y caballitos del diablo.

  3. Zuazo de Vitoria

    El pórtico de su iglesia, que se abre mediante arcos de medio punto, constituye un interesante ejemplo del arte neoclásico alavés.

  4. Robledal de Sarbikotxea

    Muy próximo a Zuazo de Vitoria se encuentra este robledal, que como el de Zabalgana, constituye también un “bosque isla” y una muestra de la vegetación autóctona que siglos atrás cubrió la zona y ha logrado sobrevivir hasta nuestros días. Este robledal, junto con otros robledales isla de la Llanada Alavesa, ha sido declarado Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), dentro de la Red Europea de Espacios Naturales Protegidos (Red Natura 2000).