SALBURUA, Balsa de Arcaute

El itinerario bordea la balsa de Arcaute (1). El punto de inicio es el Centro de Interpretación Ataria .

Enfrente de Ataria, se toma el camino que señala la Vuelta al Anillo Verde en dirección al río Zadorra. A la altura del edificio de la Caja Vital, nos separamos de la Vuelta y nos desviamos a la derecha. En época de fuertes lluvias este paso puede estar cortado.

En la siguiente bifurcación, tomamos el camino de la derecha que se dirige hacia el sur, en paralelo al cauce del río Santo Tomás. Un poco más adelante, un desvío a la izquierda permite acceder al observatorio de aves “Las Zumas” (2a).

Retomamos nuestro camino. A la izquierda vemos el robledal de Arcaute (3) y una extensa pradera pastada por ciervos.

Dejamos atrás el desvío a la derecha que, a través de un pequeño puente de madera, conecta con el paseo de la balsa de Betoño.

Tras pasar un nuevo desvío a la derecha, que se dirige a Elorriaga, llegamos a una zona con mesas y fuente, donde poder descansar.

Un poco más adelante, en el antiguo punto de información del parque, giramos a la izquierda; siguiendo esa dirección llegamos al observatorio “Los Fresnos” (2b).

Regresamos al camino. Se abren las vistas al oeste y al norte y a los extensos prados húmedos (4) que se desarrollan entre la laguna y el camino, donde los ciervos pastan a sus anchas.

Seguimos bordeando la laguna de Arcaute y nos acercamos al río Errekabarri, con el que compartimos un trecho.

Finalizando el paseo, atravesamos la laguna de Larregana (5) a través de varias pasarelas de madera y regresamos al punto de inicio.

1. Balsa de Arcaute

   Tras la recuperación de los antiguos humedales, la balsa de Arcaute es la de mayor tamaño de cuantas componen el complejo lagunar de Salburua, formado además de por la de Arcaute, por la balsa de Betoño, las de Duranzarra y la de Larregana. En época de máxima inundación todas ellas suman unas 66 ha. de lámina de agua, prácticamente una tercera parte de la superficie total del parque.

2. Los observatorios ornitológicos “Las Zumas” 2a y “Los Fresnos” 2b

   Dos observatorios, estratégicamente situados, permiten al público el avistamiento de las aves acuáticas, auténticas protagonistas de este lugar. Salburua es un lugar magnífico para la observación de aves acuáticas, cuyas poblaciones varían mucho según las épocas del año debido a su carácter migratorio. No es difícil observar especies raras en nuestro ámbito geográfico, algunas incluso amenazadas de extinción.

3. Bosque de Arcaute

   De todas las masas de roble que existieron en la zona sólo perdura el bosque isla del norte de Arcaute, conocido popularmente como “el Montecito”. A pesar de su reducido tamaño, esta masa forestal atesora una buena representación de la flora característica de los robledales, con especies de gran rareza. La presencia de arbolado viejo favorece la existencia de refugios para mamíferos, como la jineta, etc.

4. Prados húmedos

   En las zonas inundables que rodean las lagunas, donde el nivel de agua fluctúa continuamente, se desarrollan los prados con malvavisco y los prados juncales, comunidades vegetales cada vez más escasas en nuestro entorno. Para controlar su crecimiento y evitar que la vegetación invada las lagunas se ha introducido una manada de ciervos, que se ha convertido en una de las atracciones del lugar. Para evitar su escape, la laguna de Arcaute está rodeada por una valla que, además, la protege de depredadores inoportunos.

5. La laguna de Larregana

   Del sistema lagunar de Salburua, la laguna de Larregana, la más norteña, junto con la de Arcaute, fueron las primeras en desecarse. Su drenaje se efectúo mediante el “Canal de la Balsa” que se construyó en 1857 y que también se utilizó para drenar la balsa de Arcaute, derivando los caudales al río Alegría. La construcción de un dique de cierre en el Canal de la Balsa en 1998 supuso el inicio de la recuperación de estas dos lagunas.