
Por Saioa Echeazarra
Un lejano 16 de febrero de 1980, Foronda desplegó sus alas. Lo hizo bendecido como el gran aeropuerto vasco. Este recorrido audiovisual recoge su historia, desde su ilusionante despegue hasta algunas dolorosas cancelaciones y su confirmación como terminal indiscutible de carga.
EL GRAN AEROPUERTO DEL NORTE:
CONSTRUCCIÓN
Aquellos prósperos sesenta
Corría la década de los 60 cuando Vitoria pegó el 'estirón' y el 'aeropuerto viejo' se quedó encajonado. Las instituciones se pusieron manos a la obra. La Cámara de Comercio pidió vuelos regulares a la Diputación y la institución empezó a buscar terrenos. Los mejores, según los expertos, estaban en Foronda. Ya con el visto bueno de Madrid, el proyecto se presentó en 1974. Lo recuerda Julio Herrero, entonces al frente del Servicio foral de Arquitectura.
La pista de la Llanada se 'comió' tierras de Foronda, Antezana, Aránguiz, Guereñu, Lopidana, Mendiguren, Estarrona y Otaza. Este último directamente desapareció, tras quedar reducido a escombros en 1979 para construir el aeropuerto. Unos pocos vecinos contemplaron cómo se tiraban abajo cuatro casas de labranza, la iglesia y la granja. El desvío del río Zalla se sumó a esos cambios en la nueva e innovadora estampa de La Llanada. Todo estaba listo para levantar el nuevo aeropuerto, con la 'primera piedra' que se colocó en 1977 de la mano de empresas como Marconi, Sintel, Dragados y Construcciones, Olabarría, Onaindia y Yarritu, entre otras.



Cada vez más grande

Pincha en las flechas para avanzar
El nuevo 'skyline' de La Llanada

Foronda cambió para siempre el 'skyline' de Vitoria. Hoy es todo un símbolo. La torre de control, con un puntero diseño arquitectónico para aquella época, despunta en el horizonte de La Llanada. Su construcción fue espectacular. La dibujó la firma Vinteiser, asociada de Eyser-Intecsa, con una altura de 45 metros, cinco plantas sustentadas en dos fustes cilíndricos que 'guardan' en su interior una escalera, montacargas y otras instalaciones.
Pista, ubicación, instalaciones... colocan a Foronda en la élite. Con 3,5 kilómetros, es una de las pistas más largas de España, lo que le permite albergar grandes aeronaves. En su construcción se pensó muy bien la orientación, que evita que los vitorianos tengan que soportar a los aviones sobrevolando la ciudad. Nieve, hielo, viento... los pilotos aterrizan aquí con comodidad (con niebla ya es otro cantar). Pista de rodadura de mil metros, plataforma de estacionamiento de 15.000 metros cuadrados, bloque de control con sus antenas a cien metros sobre pista, carretera de autopista de 2.500 metros...
Entre las más grandes
Bronca y polémica

Entre los capítulos más curiosos del nacimiento de Foronda está el económico. Quién pagó la factura, vamos. Y es que fue el único aeropuerto del país promovido, financiado e inaugurado por una diputación. El día de la apertura, la institución foral lo entregó al Estado, que prometió invertir 2.500 millones de pesetas. Las obras costaron 3.000 millones en total. Pero todo tenía truco. En el 82, el Gobierno del PSOE dio un tirón de orejas a los dirigentes alaveses. 'Se están descontando del Cupo el dinero que han puesto. Llevan años descontándolo', les abroncaron. Lo evoca Julio Herrero en el siguiente vídeo.
Pero si hay una peculiaridad ligada al nacimiento del aeropuerto es su 'pique', hoy aún vigente, con Bilbao. Todo empezó en el 80. La apertura de Foronda despertó los celos de la capital vecina, que no vio con buenos ojos la competencia. Vitoria amenazaba con ocupar el vacío que iba a dejar Sondika con su cierre, y desde la provincia ejercieron mucha presión, tal y como rememora Julio Herrero. Se pronunció sobre esta polémica Garaikoetxea, que comentó en la inauguración que «no se trata de un problema político, sino técnico. El usuario será quien elija. Todo es compatible».
Hasta medio millón
La terminal de pasajeros se proyectó con una capacidad de albergar hasta 600.000 al año. Pocos lo recuerdan ya, pero los planes eran que ese edificio se hubiera convertido en terminal de carga en un máximo de 3 años. La futura instalación hubiera podido albergar a 2,5 millones de viajeros al año. La provisional, finalmente, ha permanecido sin cambios estos 40 años. En 2020 se someterá a trabajos de reforma que le darán una nueva imagen que lucirá a mediados de 2021.
Mucha carga, pocos pasajeros

Puedes ordenar los aeropuertos por carga o por número de usuarios