8 de marzo

Seis mujeres a la vanguardia

Media docena de protagonistas de vidas excepcionales nos las cuentan en primera persona. Conoce las historias de la primera registradora de la propiedad de Euskadi, de la mujer con más años cotizados a la Seguridad Social, de una madre de acogida pionera, de una youtuber con productora propia, de una víctima de violencia de género que desnuda su experiencia en las aulas y de una atleta paralímpica que dio un giro a su existencia tras sufrir un accidente laboral

Alba Vidal, ‘Koala Rabioso’

Youtuber

«Participé activamente en el 15-M y pagué muchas multas»

:: Nerea Vieytez

Los koalas no son rabiosos. Alba Vidal tampoco, pero se revuelve. Contra las injusticias, que combate fiera y virtualmente. Es de las que cree que es posible «intentar cambiar el mundo» y ella lo hace desde YouTube. Esta mallorquina de 29 años afincada en Euskadi, y que fue una niña ‘friki’, tiene varios canales en Youtube con una comunidad de más de 500.000 seguidores. Las cifras evidencian que es una youtuber de moda, aunque ella rechaza esta definición porque «es un término que se ha ridiculizado mucho».

Alba Vidal, ‘Koala Rabioso’

Para hacernos una idea de su repercusión , un dato: 808.000 visualizaciones tiene su vídeo ‘21 ventajas de ser lesbiana’. Las desigualdades sociales, la homofobia, la precariedad laboral... Les planta cara ‘Koala Rabioso’, una activista social (y virtual) que también comparte en Internet consejos acerca de «cómo decir que no con mucho arte», cuenta anécdotas de la época del instituto, del fin de semana en el Viñarock con sus amigos o muestra a los internautas el complejo proceso detrás de unas rastas... Las que le puso a su novia Naty, por quien se mudó a al País Vasco. «Como aquí siempre llueve mucho y pasaba tiempo en casa comencé a hacer cada día un videoblog con todas esas luchas que me interesaban».

No fue algo espontáneo, solo la eclosión de un proceso más largo. Alba estudió Audiovisuales en Madrid y Barcelona y dejó su empleo fijo en una multinacional de equipos eléctricos y software porque «no creaba nada». Estuvo viviendo en Madrid y ‘estalló’ el 15-M, una suerte de señal. «Participé activamente y pagué muchas multas», cuenta la youtuber. Y aquel movimiento ciudadano que dio pie a una nueva concepción de la sociedad y propició la aparición de alternativas políticas también le sirvió a ella de acicate. Desde entonces se propuso compartir «reflexiones para concienciar a la gente de que se puede luchar por un mundo mejor» en la red «porque de esta manera los mensajes podían llegar de forma masiva».

La dedicación de Alba al activismo virtual es un modo de vida, pero también una forma de ganársela. Porque de las cifras de suscriptores dependen parte de sus ingresos, pero Alba prefiere no darle «excesiva importancia» . «A no ser que tengas millones, no vives de las visitas. Lo que sí ocurre es que al llegar a una audiencia muy concreta de modo masivo, hay empresas o marcas que se interesan para trabajar contigo», puntualiza. «Cuando grabo no pienso en que me va a ver tanta gente porque me asustaría, lo hago como si se lo estuviese contando a un único amigo». Pero la prueba de que hay gente al otro lado, mucha gente, es que luego le paran por la calle. «Me saludan, me felicitan y me dan las gracias por ayudarles. Alguno incluso se me ha presentado en casa».

Aunque el tono de sus vídeos es a la vez mordaz, crítico y divertido, hay poca improvisación. «Todos llevan un guión previo, una producción y una edición. Algunos me ha costado tres meses hacerlos», cuenta ‘Koala Rabioso’, que ha ido profesionalizando el asunto junto a su pareja Natalia. Lo que empezaron siendo unas creaciones caseras grabadas con la webcam del ordenador son hoy algo mucho más profesional y con Natalia ha creado su propia productora audiovisual. «Si quieres ofrecer buenos vídeos necesitas equipos, un estudio y dedicarle tiempo», defiende. Su herramienta principal son monólogos y ‘sketches’, pero también sube a la red videoclips, cortometrajes y alegatos aliñados con buenas dosis de rabia.

–¿Qué le dice la familia?

– Al principio tenían miedo por la exposición que supone estar cada día ante miles de personas, porque pueden decirte muchas cosas malas a través de la pantalla. Pero ya han visto que puedo vivir de esto, que es un trabajo de verdad y, por cierto, muy estresante.

Tendrá detractores porque eso va incluido en la profesión pero Alba presume de la comunidad virtual que le sigue. «Son gente muy válida», a la que «ayudan» sus historias. Contadas en primera persona, con gracia, con rabia.

Canal de Koala Rabioso