IV
EL CORREO ESPAÑOL-EL PUEBLO VASCO martes, 8 de mayo de 1984
EL NERVION, EN ROJO Y BLANCO
La gabarra volvió a remontar las aguas del Nervión
«LOS LEONES» VIBRARON EN LA RIA
Indescriptible, inaudito, fantástico, inenarrable...;
el espectáculo vivido en la gabarra desde El Abra
a San Antón. «Con esto se cura todo», decía
Núñez. «Sabía que era algo grandioso, pero no me
imaginaba tanto», contestaba Endika. La
temperatura en la gabarra fue ganando grados,
disparándose de forma ostensible al cruzar bajo
el
puente del Ayuntamiento. Mientras para el
presidente Aurtenetxe «ver al pueblo unido de esta
forma, no se puede explicar con palabras», Angel
Gorostidi, médico del Athlétic, aseguró que
aquello emocionaba «al hombre más frío y
calculador». Efectivamente, la mayoria de los
«leones» estaban emocionados; todos vibraron
con Vizcaya.
Bilbao
se
volcó con
el Athlétic,
y los aficionados ovacionaron con fuerza
a los
campeones
desde
ambas orillas de la ría.
Gabriel Gascón
Impresionante el aspecto
abarrotado que ofrecía El
Abra ayer, a las 3,30 de la
tarde, minutos antes de que
los jugadores del Athlétic lle-
gasen a los muelles del Marí-
timo para embarcar en la ga-
barra, camino de San Antón.
Miles y miles de vizcaínos,
aficionados o no al fútbol, se
habían dado cita para vitorear
a los «leones» de San Mamás,
tras haberse proclamado
campeones de Liga y Copa,
un doblete que sacó de sus
casa hasta a los más reacios
a moverse, porque desde el
mismo inicio de ese viaje de la
gabarra, pudo comprobarse
que el número de personas
que se habían dado cita para
recibir al Athlétic había au-
mentado de manera ostensi-
ble con respecto al año pasa-
do. Habían sido dos empujo-
nes, Liga y Copa, ambos ro-
deados ds una emoción es-
pecial en sus tramos finales, y
todo ello contribuyó decisiva-
mente a mantener «caliente»
a la afición de cara al recibi-
miento.
Liceranzu: «Aquí se
saborean los triunfos»
El Athlétic partió de El Abra
en medio de un griterío ensor-
decedor. Iban la plantilla com-
pleta del primer equipo, más
los del Bilbao Athlétic que han
jugado algún partido con
ellos a lo largo de la tempora-
da, y los juveniles, también
campeones de Liga en su ca-
tegoría. Todos juntos, for-
mando una piña con técnicos
y directivos en la misma ga-
barra, porque, según pala-
bras del presidente Aurtenet-
xe,
«el Athlétic sólo
es
uno».
Pocos minutos después
los jugadores, llevados por su
alegría desbordante, estaban
«manteando» a Clemente, a
quien tiraron un par de veces
a lo alto. Pero esto no agrado
mucho al técnico:
«Es que si
los dejas, te tiran; te tiran in-
cluso al agua; si no me aguan-
ta Goiko, voy
abajo».
«Aquí
se saborean
los triun-
fos»,
decía «Rocky» Liceran-
zu, el autor de esos dos goles
a la Real, decisivos en el últi-
mo partido de Liga en San
Mamás.
«En
el campo
no dis-
frutas, todo lo contrario. Inclu-
so cuando
metes
un gol, es un
momento; después
tienes que
seguir luchando».
Y Liceranzu
chupaba con fuerza un puro
roto por el medio:
«No tira»,
decía. Y alguien apuntó de
broma: «Sabrá meter
goles,
pero de fumar puros, no tiene
ni idea».
Ayer, dos días después del
partido, «Rocky» aún pesaba
tres kilos menos de lo habi-
tual. Parecido a él estaban
sus compañeros, algunos en
peores circunstancias como
Núñez, con un cosido sobre
su pómulo:
«Me molesta un
poco, pero
con esto se cura
todo»,
o Sola, con el labio
inferior completamente infla-
mado, en el que había recibi-
do ocho puntos de sutura:
«Voy bastante bien y aguanta-
ré». Sin embargo, a pesar de
estar todos medio «rotos» por
los últimos esfuerzos, los
«leones» estuvieron una vez
más incansables. Zubi, Endi-
ka, Goiko, Sarabia..., mantu-
vieron casi tres horas los bra-
zos en alto, saludando a la
afición. Dani, lo mismo levan-
taba la copa que bailaba un
«agarrao» con Biritxi, al son
de las notas del Himno del
Athlétic, mientras De la Fuen-