cuentas. ¡Ah! ¿Que son todos?
Sí, todos esos. Aquellos sufri-
dores de las matinales perdidas
en Alonsotegi –tiempos duros de
Tercera–, gente a lomos de las
vacas gordas –no locas– y nuevas
generaciones a quienes no les sue-
nan Frechilla, Pana y Tobalina.
¡Vaya por Dios! Un mestizaje
hechizado por el Deportivo que
vivió al ritmo que le marcó su
equipo. Hundido y desconcertado
al principio; altivo y mandón des-
pués.
Emoción y milagros
Cubos de hielo por el pescuezo con
cada tanto del Liverpool. Y un fue-
lle en el pecho para inflar el orgu-
llo de la hinchada albiazul en cada
reacción monumental de un con-
junto admirable. El Westfalensta-
dion fue Anfiel Road a ratitos. Has-
ta que por buenos períodos se vol-
vió Mendizorroza. Los seguidores
vitorianos se subieron a los gam-
beteos de Contra y a los remates
contundentes para sentirse los
amos del mundo. Porque hace fal-
ta eso para silenciar a un orfeón
inglés que emociona a las notas de
su himno solidario y conmovedor.
Dignidad en la grada albiazul,
a la par que el equipo. Incluso
cuando los seguidores rojos reto-
maron el gobierno del estadio con
la táctica ventajista de su cuarto
gol. Los aficionados alaveses, con
el viento de cara toda la noche,
obraron el milagro de la multi-
plicación para reinar, de nuevo,
en la prórroga. «A por ellos», decí-
an y a por ellos fueron. Once con-
tra nueve en el campo. Veinte mil
contra el 40% en las tribunas. Pero
el fútbol es un tallo que se yergue
y se quiebra. Fiesta en la ida. Lás-
tima de regreso.
lenstadion,
vivió al ritmo que
comienzo al crecimiento final
COMPADREO.
Las aficiones aprovecharon cualquier excusa para hermanarse.
APOYO.
La infanta Cristina, Iñaki Urdangarín e Ibarretxe, a la derecha, siguieron el encuentro.
/ EFE
AHUMADOS.
Dos aficionados soportan la tensión fumando.
EL CORREO
JUEVES 17 DE MAYO DE 2001
U
9
EL ALAVÉS, SUBCAMPEÓN DE LA COPA DE LA UEFA
LES A DORTMUND
l ‘Glorioso’