ZURIÑE O. DE LATIERRO
VITORIA
La ciudad del Alavés enmudeció.
Sin sospechar los nueve goles de
infarto que le depararían las pró-
ximas dos horas, Vitoria se reco-
gió ayer en lo más profundo de
sus casas y bares. Apenas falta-
ban quince minutos para el cho-
que en el Westfalenstadion cuan-
do la ciudad vivió un acelerón
impresionante. Carreras por
Siervas de Jesús, pitadas infer-
nales en la calle Paz. Llegada la
hora ‘h’ sólo unos sudamerica-
nos despistados tocaban sus ins-
trumentos en Postas. «¿Qué pa-
sa?». No había nadie para con-
testarles. Ni ahí, ni en la vecina
plaza de España, que lucía una
surrealista estampa desértica.
El fenómeno Dortmund alcan-
zó a las mismísimas Dato y San
Prudencio, donde las empleadas
de unos multicines seguían el
encuentro pegadas al transistor.
Sólo se llevaban tres minutos de
partido y los ‘reds’ ya habían es-
trenado el marcador. «Calle. No
ve que ya nos han marcado».
La noche no pintaba mejor pa-
ra otro cine próximo al Artium.
«Sólo he vendido dos entradas
para la sesión de las ocho», alu-
cinaba la empleada. El urbano
de Zaramaga enfilaba Francia
con una pasajera, que miraba a
Portal del Rey, desolada, para
variar. De los bares salió un ca-
liente «gooool». El cabezazo de I-
ván Alonso, en el minuto veinti-
siete, quebró el silencio.
Coronación, a lo suyo
Nada se movió a partir de ese ins-
tante en el Casco Viejo, Zarama-
ga, Arambizkarra, San Martín o
la Avenida. En sólo diez minutos
se atravesaba la ciudad de punta
a punta. La nota ‘exótica’ la poní-
an los vecinos de Coronación,
que no perdonaron protesta.
Pasadas las once y cuarto, Vi-
toria seguía desierta. El gol de
oro inglés le quitó el habla sólo
por unos segundos. Pronto, cien-
tos de aficionados gritaron e
hicieron sonar sus bocinas por
la Avenida y la Virgen Blanca en
homenaje a los subcampeones.
Nuestros subcampeones.
Silencio, se juega
El encuentro barrió
de gente las calles
durante 118
minutos de infarto
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OCASIÓN
perdida que se refleja en las caras.
/ AP
SIN PALABRAS.
El gol de oro enmudeció Álava.
/ ÁLEX LARRETXI
Un niño no puede reprimir el llanto tras la derrota.
/ ALEX LARRETXI
EL CORREO
JUEVES 17 DE MAYO DE 2001
U
15
EL ALAVÉS, SUBCAMPEÓN DE LA COPA DE LA UEFA