«La cicatriz me da igual: estoy aquí, estoy sana, estoy viva...»

Izaskun Yécora acaba de terminar su Erasmus en Holanda después de superar un cáncer de mama que le diagnosticaron con 26 años

Izaskun Yécora
Izaskun Yécora - 27 años

Izaskun Yécora

27 años

Diagnosticada de cáncer de mama a los 26 años

:: Marta Madruga

A Izaskun Yécora le diagnosticaron hace casi dos años un cáncer de mama, cuando apenas tenía 26, y su vida se paró en seco. «Dejé de ir a la universidad, dejé todo de lado y me dediqué a luchar por lo que realmente merece la pena, que es la vida», afirma esta joven alavesa.

Tras unos primeros momentos de desconcierto y de que se le pasaran por la cabeza «cosas muy feas», comenzó el tratamiento con todas las secuelas habituales de estos casos. Se le cayó el pelo tras las primeras sesiones de quimioterapia, le extirparon el tumor y finalmente se sometió a radioterapia. «Me quitaron la mama izquierda y me ha quedado una cicatriz bastante hermosa, pero me da igual: estoy aquí, estoy sana, estoy viva...».

Izaskun Yécora con sus amigos del Erasmus

Izaskun Yécora con sus amigos del Erasmus

«La palabra cáncer no es un tabú; nadie debe tener miedo a decir la palabra cáncer. Mucho ánimo y fuerza a los que estén ahora luchando», asegura Izaskun, que acaba de regresar de un emocionante Erasmus en Holanda que debido a su enfermedad había tenido que aplazar. Ha pasado cinco maravillosos meses en Groningen, una pequeña ciudad de 200.000 habitantes llena de estudiantes, donde ha hecho nuevos amigos. «Mis amigos salen a muerte y van de empalmada a clase pero eso no va conmigo. Después de todo lo que he pasado prefiero llevar una vida más tranquila y descansar», relata.

Durante este tiempo ha hecho escapadas a Viena, Oslo, Copenhague y la ciudad alemana de Bremen. Y ahora, de vuelta a casa, se dispone a iniciar una nueva vida con el optimismo que le ha ayudado a superar la enfermedad.