Surgió de la nada, en la zona de Ollerías. 'Mordi', bautizada así por el carácter agresivo y nervioso que mostró en sus primeros días, arribó a la Perrera Municipal hace más de un año, en octubre del 2015, muy alterada. Mordió, incluso, a varios de los responsables. Hoy por hoy, tiempo y mucho cariño después, su temperamento se ha relajado y ha pasado a ser una perra calmada y dócil. En este caso, el trabajo de los adoptantes sería ver cuáles son las tolerancias del perro, que calculan que tiene ahora entre 2 y 3 años de edad. El animal, que no tiene licencia, está esterilizado.
De cara amable y nostálgica, a Moncho lo dejaron atado a la puerta de la perrera hace más de medio año. Su presencia en la Perrera se ha caracterizado por su buen comportamiento, desde el principio. No ha dado en ese sentido ningún problema, aunque su talla (es un perro grande y robusto) puede ser un inconveniente. El adoptante que esté interesado en llevárselo tiene que ser consciente de que en un perro de esta raza es muy importante amoldarse a sus características y, sobre todo, tener un hogar espacioso (un caserío, por ejemplo) para poder cuidarlo bien y atender todas sus necesidades.
Con una pata rota, desconcertado y en el Parque Europa. Así es como la Policía Municipal encontró a Europe, que se llama así por el mencionado parque. Apenas lleva dos meses en la perrera, pero estas semanas de cuidados y atención especial le han hecho recuperar la salud, mejorar el estado de su pata y mostrarse más relajado, lejos del miedo que aparentaba cuando fue abandonado. Su comportamiento actual es el normal para un perro de su raza y su edad, que no llega a un año. Después de la exploración inicial que se les hace a todos los animales, se descubrió que le faltaba un cartílago en la oreja, algo que denota el poco tacto y cariño que tuvo su anterior dueño/a con el animal. Hoy en día su recuperación marcha por los cauces adecuados.
Está en la perrera como en casa. Llegó en agosto del 2014, siendo un cachorro crecido de seis meses. Ha habido varios intentos de adopción, pero lo cierto es que los destinos que le esperaban no eran los más adecuados para él y eso es algo que ha hecho echarse atrás tanto a la perrera como a la asociación, que consideran que su espacio ideal sería uno grande y abierto; como una casa de campo o una finca. No hay que olvidar que estos animales son de cuidado de ganado y terrenos, por eso la importancia del terreno. Es un perro que tiene un carácter algo complicado, ya que es muy territorial, sobre todo con la comida, y eso podría acarrearle problemas si conviviese con otros animales machos. Aunque, siempre se puede probar.
Es el más veterano del lugar, un perro que se puede considerar adulto ya que se le calcula una edad entre 4 y 5 años. Troncho lleva cinco meses bajo los cuidados de los técnicos de la Perrera Municipal, apareció solo y desamparado en Zorrozaurre, en abril de este año. Está castrado, como todos los demás, y es de talla grande, lo que implica que un domicilio pequeño no sería lo más adecuado para su atención.